En esta época en la que en España estamos abrasándonos siempre viene bien que el coche se mantenga fresquito, ¿verdad? Y es que un habitáculo demasiado caliente puede provocar estrés en el conductor por la incomodidad de que implica ésto. Y claro, de ahí a una conducción agresiva y un accidente hay muy poco. Por lo tanto resulta vital mantener el interior del habitáculo a una temperatura adecuada. Ahí van unos consejos para ello para mantener el coche en verano de manera adecuada.
Aparcar en sombra
Bastante obvio, ¿verdad? A mucha gente le causa una indiferencia enorme aparcar a pleno sol o en la sombra, pues normalmente las primeras plazas suelen ser las que están disponibles. Ahora bien, ésto no es una buena opción a no ser que no se cuente con otra alternativa. Además del calor, especialmente duro si se trata de un coche oscuro, la pintura podría acabar dañándose si uno se habitúa a ésto.
¿Hay un aparcamiento cubierto a la vista, aunque sea de pago? Preferible a sufrir después una lipotimia conduciendo. De todas maneras si no hay otra que dejarlo al sol siempre hay varios trucos, especialmente cuando vayáis a coger el coche a una hora plena de sol. ¿Tenéis una botella de agua fría a mano o una fuente? Echad un chorrito en el capó y el techo del coche, que se refresque; así se creará una capa temporal que ayudará a disipar el calor. Claro está que hay que ventilar un poco el coche abriendo las ventanas; que corra el aire, vaya.
Una vez en marcha circulad durante unos kilómetros con las ventanas abiertas, la circulación de aire será mucho mayor.
Aire acondicionado al día
Hay que revisar frecuentemente el sistema de aire acondicionado, pues puede suceder que el aire, en vez de frío, salga templado; ¿os suena? Para solucionar ésto hay que recargar el gas del circuito y limpiar los filtros. Ésto os lo harán en el taller sin mayor problema y sin tener que gastar mucho.
Aceite y líquido refrigerante
De igual manera deberéis mantener el líquido refrigerante y el aceite en buenas condiciones, utilizando productos adecuados a vuestro motor. Un sobrecalentamiento del motor no sólo os provocará calor, sino que además podréis dañar el coche; y sí que os entrará calor cuando el mecánico os enseñe la factura. ¡Sofocón!
Motor
Al igual que es vital mantener los líquidos en su nivel hay que procurar que los diversos componentes del motor están en buen estado, pues las fugas de los manguitos, la perdida de líquidos o el sobrecalentamiento del aceite, además de transmitir calor al habitáculo, también pueden acabar dañando el motor.
Prevención
Y finalmente, si va a conducir en un ambiente tórrido, conviene darse una pasadita con un paño húmedo por la frente y la nuca. Ésto hará que el cuerpo no se sobrecaliente en exceso. Claro está que siempre hay que ir hidratado, por lo que hay que tener una botella de agua fresca a la mano. Ésto, además de hidrataros y sentir menos calor, hará que estéis más relajados y evitéis una conducción brusca.
